Entrevista al CEO de Airbnb, el nuevo favorito de Wall Street: "El mundo es muy incierto"
El cofundador de la plataforma para compartir alojamiento sigue receloso del espectacular debut bursátil de la empresa en medio de la pandemia.
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Dave Lee en San Francisco
Cuando los visionarios de Silicon Valley son “ordenados” como multimillonarios, eso suele ocurrir mientras están rodeados de banqueros, inversionistas y colegas animándolos en una sala de operaciones en Wall Street.
En cambio, el momento de Brian Chesky llegó mientras se encontraba en su casa de San Francisco, en compañía de su golden retriever Sandy. "A ella le encanta esta energía frenética", dijo Chesky en entrevista con Financial Times.
El director ejecutivo y cofundador de Airbnb observó el jueves cómo el precio de las acciones de su empresa se duplicó inmediatamente con respecto a su Oferta Pública Inicial (OPI).
Al final del día, su participación en la empresa de alojamiento compartido valía poco más de US$ 11 mil millones y la propia Airbnb casi US$ 100 mil millones.
En privado, Chesky había sido cauteloso durante mucho tiempo sobre abrir Airbnb a bolsa. Temiendo la influencia que el pensamiento a corto plazo de Wall Street podría tener en su empresa, esperaba que las expectativas en torno a sus perspectivas se moderaran a medida que Airbnb presentaba nuevos productos e invertía en crecimiento.
Claramente, eso ya no ocurrió. Los inversionistas han otorgado a la empresa una valoración superior a la de las tres cadenas hoteleras más grandes de Estados Unidos juntas.
Eso aumenta la presión sobre el CEO de 39 años para que cumpla con expectativas altísimas en un momento en que la empresa aún no se ha recuperado por completo de los efectos de la pandemia en su negocio.
"Creo que muchas personas que compran acciones saben que el mundo es muy incierto", dijo. "Las cosas van a subir, las cosas van a bajar… No sabemos cuándo volverá a haber viajes. Creo que hicimos todo lo posible para dejar eso en claro". Y luego añadió: "Creo que tendremos que dar un paso atrás".
¿Qué es una OPI?
Chesky creció en Niskayuna, una pequeña ciudad al norte del estado de Nueva York. Sus padres, Debbie y Bob, eran trabajadores sociales. "Nunca escuché la sigla OPI cuando era pequeño", dijo Chesky. "Para mí, un empresario era alguien que dirigía la pizzería local".
Conoció a uno de sus futuros cofundadores, Joe Gebbia, mientras estudiaba diseño. En 2007, ambos se habían mudado a San Francisco, donde conocieron a su tercer cofundador, el ingeniero de software Nathan Blecharczyk.
Juntos lanzaron “Colchón inflable (airbed) y desayuno”, ofreciendo un lugar barato para quedarse, su departamento, a los asistentes a una conferencia de diseño. Mientras los primeros invitados todavía estaban en la casa comenzaron a trabajar en una propuesta para posibles inversionistas.
Luchando por conseguir efectivo, el equipo conseguiría un codiciado lugar en Y Combinator, el famoso programa acelerador de Silicon Valley para empresas emergentes prometedoras. Michael Seibel, quien hoy es el director ejecutivo de Y Combinator, presionó al equipo para que se postulara.
"Creo que lo interesante de Brian y los demás cofundadores es que fueron usuarios iniciales de su producto, no solo como viajeros, sino también como anfitriones", dijo Seibel. “Siempre que había un desafío, no lo pensaban teóricamente. Podrían volver a ponerse en esos zapatos y decir: "¿Qué hubiéramos querido en esa situación?"
Sin embargo, los instintos de Chesky no siempre han estado correctos. Tardó en reconocer la presencia de discriminación racial en la plataforma en medio de pruebas preocupantes de que era más difícil para las personas negras reservar habitaciones.
En 2015, la compañía fue acusada de insensibilidad tras publicar una serie de anuncios en San Francisco con "sugerencias" sobre cómo la ciudad debería gastar sus ingresos fiscales.
Y durante la pandemia, algunos anfitriones criticaron a la empresa por obligarlos a ofrecer reembolsos completos a los huéspedes tras los bloqueos y restricciones a los viaje. Más tarde escribió una carta de disculpa y creó un fondo para recuperar una cuarta parte de los ingresos perdidos de los anfitriones.
Airbnb no es Uber
Como empresa abierta a bolsa, ese tipo de escrutinio se intensificará, especialmente en lo que respecta a las tensiones entre Airbnb y las ciudades en las que opera.
Chip Conley, un mentor y asesor estratégico desde hace mucho tiempo, dijo que Chesky había aprendido que el éxito a largo plazo requiere trabajar con los reguladores en lugar de contra ellos.
"No quería que con el tiempo nos convirtiéramos en Uber", dijo Conley. "Un poco más amable y menos competitivo en términos de la relación con los rivales, así como con las autoridades reguladoras".
Los partidarios de Chesky dicen que sobrevivir a la pandemia, que implicó el recorte de una cuarta parte de su personal, es evidencia suficiente de que puede manejar las presiones que ahora le imponen los inversionistas externos.
“No creo que el desafío de ser director ejecutivo de una empresa listada en bolsa se acerque al desafío de dar forma a los viajes globales durante la próxima década”, dijo Seibel. "Ese es el desafío de Brian".